PASIÓN POR LA EMPATÍA
Papá solía decirme: “No cuesta nada ser cariñoso, Felice.” Y después de esperar a que aquello calará hondo en mi mente, añadía siempre: “¡Y es tanto lo que recibes a cambio!”. “PonteLeer más…
Papá solía decirme: “No cuesta nada ser cariñoso, Felice.” Y después de esperar a que aquello calará hondo en mi mente, añadía siempre: “¡Y es tanto lo que recibes a cambio!”. “PonteLeer más…